Zapatillas deportivas con suela de fibra de vidrio

Mi padre jugaba al fútbol con sus amigos calzado con las chanclas de la playa en plano verano, sobre asfalto, sobre tierra o sobre la arena de la playa. Yo jugaba con zapatillas, sí, pero no necesariamente deportivas, a veces me valían unas zapatillas de lona baratas de mercadillo, típicas de los días de Pascua, para marcar algún que otro gol o regatear a mis compañeros del colegio. Ahora hay tal cantidad de opciones en lo que a zapatillas deportivas se refiere que muchos padres ya no saben ni qué comprar. Los niños sí: las que estén de moda.

Sin embargo, dentro de toda esa cantidad de posibilidades, es lógico pensar que si queremos practicar un deporte de manera profesional lo normal es comprar unas zapatillas deportivas que se adapten, tanto a tu pie como al terreno que vamos a pisar y el uso que les vamos a dar, por eso no es descabellado informarnos bien sobre aquello que estamos comprando antes de solar la billetera.

A nosotros, lo que nos ha llamado la atención, es el uso de la fibra de vidrio en las suelas para zapatillas deportivas. ¿Por qué se usa? ¿Qué ventaja puede darnos?

Suela de fibra de vidrio o de fibra de carbono

Principalmente hay dos tipos de suela que debemos tener muy en cuenta: la de fibra de vidrio y la de fibra de carbono. Ambas posibilidades son óptimas, eso tenemos que decirlo, pero lógicamente existen diferencias a tener en cuenta, aunque los profesionales de Marian´s Sport, expertos en botas de fútbol para niños y botas de fútbol sala, nos han comunicado que ya son muchas las marcas que han preferido aunar las ventajas de ambos materiales en suelas fabricadas tanto con fibra de vidrio como con fibra de carbono, como, por ejemplo, las nuevas Nike Mercurial Vapor IX.

Debemos tener en cuenta que la fibra de vidrio ofrece una ventaja sobre la fibra de carbono, y es que es mucho más blanda y, por ende, se puede jugar al fútbol con mayor sensibilidad. De hecho, algunos futbolistas profesionales aseguran que jugar con este tipo de suela es lo más parecido a jugar descalzo, sintiendo cada contacto con el balón y el césped.

De hecho, podemos decir que la fibra de vidrio sustituye ahora a la fibra de carbono, pues es más ligera y duradera. Ahora bien, si de innovación queremos hablar tenemos que dejar claro que lo que prima ahora es la “Inteligencia”. Cualquier producto al que se le añada el apelativo inteligente suele ser éxito de ventas.

Zapatillas Inteligentes y zapatillas ecológicas

Una de las últimas novedades que han surgido ha sido las llamadas “botas inteligentes”, que cuenta con un chip colocado en un orificio en la suela que recoge movimientos de 360º e información sobre el rendimiento del jugador mientras se disputa el partido. Soldado estrenó las Adizero F-50 en el partido de España ante Venezuela. Al final del choque, las botas recogieron que corrió 5,8 kilómetros, realizó 32 sprints y alcanzó una velocidad máxima (29,8 km/h). Además, son capaces de medir otros parámetros, como la potencia de los disparos o la velocidad media. En total, esta bota de sólo 165 gramos y 230 euros de coste puede almacenar hasta siete horas de información que se trasladan después a un ordenador.

Pero la inteligencia no es lo único que está de moda. La ecología, por suerte, también es tendencia en este siglo XXI y las zapatillas deportivas no iban  a desaprovechas la oportunidad de crear su magia siguiendo esta corriente social. Así nacen las llamadas botas ecológicas. Pioneros en ello han sido Nike, con sus Nike GS (Green Speed), que ofrecen “un rendimiento explosivo sobre el terreno de juego y un menor impacto en el planeta”, al menos según la propia marca. Las partes de poliéster de la bota están realizadas con plástico reciclado, mientras que para la base se utilizan semillas de ricino, material que apenas necesita agua en comparación con otras fibras naturales. Nike cifra en un 35% la cantidad de dióxido de carbono que emiten sus nuevas botas en comparación con el resto. El material utilizado es el Kanga-Lite, es decir, piel de canguro sintética. Otra ventaja es que se adaptan a las temperaturas extremas. La lengüeta, por ejemplo, tiene un 95% de materiales reciclados, los cordones un 70% y el forro un 88%. Su precio también es elevado, se va hasta los 250 euros y salieron 2.012 pares a la venta el pasado mes de agosto.

Ahora propongo yo la madre de todas las zapatillas: zapatillas ecológicas inteligentes con suela de vidrio. ¿Quién se atreve a crearlas?

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