Para los que somos empresarios, con independencia de cual sea el sector al que nos dedicamos, aunque hoy especialmente para nosotros, los que trabajamos con el vidrio, cada vez es más complicado que podamos sacar adelante por nosotros mismos nuestros trámites administrativos y es que las empresas cada vez son más complejas, al igual que ocurre con las exigencias que nos remiten desde los diferentes organismos públicos. Esto hace que muchas veces, por desconocimiento, lleguemos a incurrir en actos delictivos que nos puedan acarrear importantes sanciones económicas o, en el peor de los casos penales.
Es por ello por lo que cada vez somos más los que damos un mismo consejo y es que todos los que nos dedicamos a esto contemos con la ayuda y el buen hacer de un gestor o de una empresa gestora que nos lleve todos los trámites de nuestro día a día. Unos papeleos que van desde el pago de las nóminas de nuestros empleados a las peticiones de subvenciones o a la tramitación de altas y bajas laborales, así como a la contabilidad. En definitiva, una serie de tareas que hacen muy necesario que se cuente con verdaderos expertos en la materia fiscal y laboral.
Tal y como os venimos contando a lo largo de la introducción, la figura del gestor administrativo dentro de una empresa, al igual que ocurre con la del asesor fiscal, cobra cada día una relevancia mucho más importante para todos los empresarios de nuestro país, con independencia de que estos sean autónomos o realmente posean empresas de mayor o menor tamaño. Y es que sobre todo en el ámbito tributario ya es muy difícil concebir que las obligaciones de información y pago de impuestos cuenten con una preparación correcta y adaptada a las amplias exigencias y formas que nos exige la Agencia Tributaria estatal en caso de que no contemos con un profesional especializado.
Es por ello por lo que Trámites fáciles Santander se convierte en nuestro mejor aliado ya que ellos saben mejor que nadie que, entre otros factores, los plazos que imponen los organismos públicos son extremadamente estrictos, así como no tienen compasión a la hora de aplicar sanciones, de tal modo que hoy en día ya casi nadie se escapa al “Gran Hermano” de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social, por lo que ello hace indispensable la figura de gestores administrativos profesionales que nos ayuden en las materias laborales y fiscales, a fin de evitar posibles sanciones.
Gestores profesionales como los que os hemos apuntado saben a ciencia cierta que la información que posee la administración sobre nosotros es un hecho que crece a pasos de gigante y por lo que en la actualidad ya nadie se debería de plantear no cumplir de forma correcta con las obligaciones y es que de hacerlo acabará cometiendo un error que pagará muy caro, de ahí, que Trámites fáciles Santander sea nuestro mejor aliado para evitar problemas. Pero, ¿en qué nos puede ayudar un gestor?
- A cumplir con todas las obligaciones periódicas que tengamos en materia tributaria.
- También nos ayudará en diferentes trámites como el de darnos de alta en la actividad tanto en Hacienda como en la Seguridad Social.
- Los gestores administrativos serán los encargados de preparar las actas anuales de nuestra sociedad que se deben presentar cada año en el registro mercantil, acompañadas del depósito de cuentas anuales.
- El gestor también se encarga de la elaboración de nóminas de todos los empleados y la presentación de seguros sociales.
- Un buen gestor o asesor fiscal también nos echará una mano sobre cómo planificar nuestra situación fiscal.
Gestores del cambio, una profesión con gran demanda
En la actualidad ya no nos vale con que nuestra empresa cuente con un gestor fiscal y laboral, sino que también necesitamos una nueva figura de reciente creación. Se trata de un gestor del cambio, una persona que se encarga de poner en marcha un nuevo modelo de relación estratégico de la empresa con los empleados más propio de los tiempos que corren actualmente y que deja ya obsoletos los modelos de relación vertical tan propios de las empresas que teníamos hasta hoy en día.