Hace unos meses estuve en Barcelona, alojada en el hotel Mercer Barcelona, para conocer un poco esta ciudad, y, por qué no, disfrutar unos días de la comodidad y de la comida de un hotel de la máxima calidad como este, donde tienes todos los servicios en el mismo centro de la Ciudad Condal. Aprovechando la estancia, quise informarme un poco sobre el reciclaje de vidrio en la ciudad, ya que es el sector al que me dedico, y ahí descubrí un estupendo dato: Barcelona es la segunda ciudad española en reciclaje de vidrio detrás de Pamplona según los datos de 2015, con 20,8 kilos por persona, frente a los 27,7 de la ciudad navarra.
Según datos de la Generalitat, el vidrio representa el 8 por ciento en peso de los residuos municipales generados en Cataluña, y se trata de un material fácilmente recuperable. El vidrio se puede reutilizar o bien reciclar conservando en gran medida sus cualidades iniciales. No obstante, se debe diferenciar, para su correcto reciclaje, el vidrio de envase del vidrio plano.
El tipo de vidrio utilizado habitualmente se fabrica mezclando sílice y potasa o sosa con pequeñas cantidades de óxidos metálicos que le aportan dureza y, opcionalmente, color.
El vidrio fue el primer material que fue recogido selectivamente. Se trata de un residuo no compactable. Actualmente, todo el vidrio recogido se entrega a empresas encargadas de su reciclaje, según el convenio con el sistema integrado Ecovidrio.
La recogida selectiva puede desarrollarse siguiendo diferentes modelos de recogida. La recogida de vidrio plano se realiza por canales diferentes que la recogida selectiva de envases de vidrio, concretamente son los centros de recogida los encargados de su gestión.
El reciclaje de vidrio es una acción de concienciación que permite reducir la cantidad de residuos destinados a tratamientos finalistas, a la vez que supone un ahorro tanto de materias primas como de energía respecto a la fabricación de vidrio a partir de materias primas. En Cataluña, la recuperación del vidrio comenzó en febrero del año 1982, concretamente en la ciudad de Barcelona.
Actualmente, el destino mayoritario del vidrio procedente de la recogida selectiva es el reciclaje para la fabricación de envases. Pero además, una fracción minoritaria se destina a la fabricación de otros productos, básicamente para la construcción. En función de las características del producto final de vidrio que se quiera fabricar, se utiliza vidrio reciclado en mayor o menor cantidad y calidad.
El reciclaje del vidrio se inicia con un proceso de limpieza y de separación de materiales no deseados (tapones, elementos metálicos, adhesivos, etc.). Posteriormente se realiza una trituración, acondicionada para conseguir una granulometría idónea, hasta obtener lo que se denomina casco de vidrio, que servirá como materia prima para la fabricación de nuevos envases.
Por su parte, el casco de vidrio se transporta a las fábricas de envases de vidrio, donde se realizan los procesos de fusión a altas temperaturas hasta obtener una masa líquida homogénea. Una vez acondicionada térmicamente, se procede a dar la forma de envase mediante moldes y tijeras automáticas.
El vidrio es fácil de reutilizar
Existen envases de vidrio retornables, como pueden ser las garrafas, que que después de un proceso adecuado de lavado se pueden volver a utilizar para la misma finalidad. Una botella de vidrio se puede reutilizar entre 40 y 60 veces con un gasto energético del 5 por ciento con respecto al gasto que supondría su reciclaje. Esta es, por tanto, la mejor opción desde un punto de vista ambiental.
Un ejemplo claro de las posibilidades de reutilización del envase de vidrio son las botellas de cava, tan utilizadas especialmente en una zona productora como es Cataluña. Estas botellas, una vez vacías y sometidas a un proceso de lavado, pueden ser utilizadas por las diferentes marcas que utilizan la misma forma de botella estandarizada.
Una iniciativa que facilita que haya envases reutilizables son los sistemas de depósito, devolución y retorno. Además, la reutilización doméstica de los envases para otros usos distintos de los originales es otra de las opciones de reutilización más frecuentes.