Los llamados trabajos en altura están presentes tanto en el sector de la construcción como en la limpieza y siempre entrañan riesgos especiales. Estos riegos pueden tener origen tanto en factores humanos, por ejemplo mareos, falta de atención, como materiales por falta de equipos de protección o rotura de elementos de sustentación. Esto hace de la prevención un instrumento vital importancia que debe realizarse de forma rigurosa.
Entre las actividades desarrolladas por las empresas de limpieza, es el trabajo de limpieza de cristales el que presenta un riesgo añadido, ya que esta actividad puede desempeñarse en las alturas. Un apunte importante es que estas tareas deben realizarse siempre entre dos personas. Y es que las caídas de altura son accidentes muy frecuentes y las que provocan una mayor incapacidad.
Por eso, lo mejor es ponerse en manos de profesionales como puede ser la empresa Traltur, que está formado por un grupo humano multidisciplinar con una amplia experiencia y trayectoria en la gestión integral de los Trabajos en Altura tanto en prevención, seguridad, formación y ejecución de obras.
Por Trabajos Verticales se entiende el grupo de técnicas para trabajar en altura o lugares de difícil acceso, basado en la utilización de cuerdas para acceder y posicionarse en cualquier punto o lugar al objeto de realizar el trabajo encomendado. El sistema para Trabajos en Altura está formado por dos cuerdas independientes por cada operario, con anclajes también independientes: Cuerda principal (de trabajo) y una cuerda de seguridad (anticaídas).
Las aplicaciones de este sistema son ilimitadas por lo que el equipo de expertos en trabajos verticales está cualificado para la realización de multitud de proyectos de reparación y rehabilitación de cubiertas y fachadas de edificios, trabajos de pintura, servicios de limpieza de diversas superficies, impermeabilizaciones, emergencias, etc.
El riesgo inherente a todo trabajo en altura es la caída a diferente nivel. Los sistemas anticaída (líneas de vida, por ejemplo) son aquellos elementos que evitan que se produzca la caída a distinto nivel, o bien retienen al operario en caso de llegar a producirse la caída. Existen diferentes sistemas anticaída, lo que implica diversas formas de proteger un mismo riesgo. Una primera clasificación de las protecciones podría ser:
- Colectivas. Son las barreras intercaladas entre la superficie de trabajo y el suelo con el fin de evitar que se produzca la caída de trabajadores.
- Individuales. Los sistemas basados en el uso de EPIs capaces de evitar que se produzca una caída o de detenerla en las condiciones máximas de seguridad. (Instalación de líneas de vida, puntos de anclaje, railes, …). Si se cumplieran estas normas no habría que lamentar accidentes como el del sevillano que se cayó desde una altura de cuatro metros.
Grandes infraesctructuras
Por otro lado, algunas labores de mantenimiento en las grandes infraestructuras industriales son imposibles de realizar mediante otro sistema; este es el campo de aplicación donde más imprescindible se manifiesta este sistema de trabajo. En este sentido, esta empresa ha estado presente en importantes intervenciones realizadas en presas, puertos, puentes, complejos petroquímicos, fábricas de cementos, canteras, parques de atracciones, parques eólicos, factorías metalúrgicas, alimentarias, automoción, etc.
Como puedes comprobar, los trabajos de altura son siempre peligrosos, pero si te pones en manos de profesionales no tiene porque ocurrir nada.