El peligro de los zapatos de mala calidad. La importancia de comprar buen calzado y priorizar el cuidado de los pies

Aunque permanecen ocultos la mayoría del tiempo, los pies son una parte imprescindible del cuerpo, que debemos cuidar diariamente. Los pies nos mantienen firmes, nos ayudan a caminar y son fundamentales para nuestro buen movimiento y estabilidad. Tener unos pies sanos hace que aumente nuestro bienestar general, y nos previene de lesiones e incomodidades que pueden llegar a ser muy dolorosas. No obstante, es habitual desatenderlos.

La llegada del verano y el uso de calzado abierto, hace que, con la exposición a la mirada de los  demás, nos preocupemos más por la apariencia y el estado de nuestros pies.  Sin embargo, se estima que, alrededor del 70% de los españoles tienen algún problema en los pies según un estudio elaborado por el servicio de reumatología del hospital del Mar de Barcelona. ¿Qué podemos hacer para evitar llegar a esta situación?

Lamentablemente no hay un remedio infalible que nos garantice que nuestros pies vayan a estar completamente sanos y a lucir perfectos. Lo más importante es: someterse a una higiene diaria, acudir al podólogo regularmente y utilizar unos zapatos de calidad y cómodos que no dañen los pies. Es frecuente ver, en escaparates de oferta, zapatos por precios muy bajos que terminan torturando nuestras extremidades. Aunque el valor económico no es el mejor medidor de calidad, recomendamos que no te dejes influír por ofertas económicas demasiado llamativas, ya que es posible que los zapatos no sean muy buenos. Antes de cada compra, fíjate bien en los materiales y, sobre todo, pruébalos y anda un poco para ver cómo te sientan. Aunque normalmente, los zapatos que alcanzan un precio determinado están realizados con materiales de buena calidad, es importante que también los pruebes y valores si se adaptan a la forma de tu pie.

Si tus zapatos son de mala calidad, o simplemente, te aprietan y no te sientes cómodo, es mejor que los dejes, ya que, su uso constante podrá provocar la formación de callosidades, deformidades o problemas estructurales como juanetes o pies planos; y esto, en ocasiones, llega a causar mucho dolor.

Como estás viendo, los zapatos de mala calidad pueden traer consigo ciertos riesgos. Si no tienen un buen soporte o amortiguación, será muy fácil que te lesiones, desarrolles condiciones como fascitis plantar o tendinitis entre otras. Asimismo, al igual que los calcetines de mala calidad, este tipo de productos normalmente están hechos con materiales sintéticos que no facilitan la transpiración, lo que implica que se acumule la humedad y propicia la aparición de hongos y bacterias que son muy dolorosos, además de antiestéticos. El hecho de que estén fabricados en procesos muy rápidos, hace que sus suelas no se agarren bien al suelo y haya que hacer mucho esfuerzo, aumentando el riesgo de resbalarse y caer.

¿Qué debes hacer para elegir buen calzado? Para empezar, asegúrate de que son de tu talla. A veces no encontramos nuestro número en las tiendas y creemos que podemos adaptarnos a una talla menor o mayor. Esta inocente elección puede traer consigo grandes problemas ya que, si el calzado no se ajusta a los pies, se darán rozaduras, ampollas u otras dificultades. Es importante que los zapatos sean flexibles, dispongan de un buen soporte para el arco del pie y amortiguación; y tengan una suela que se agarre bien al suelo con el objetivo de facilitar el movimiento al andar. También debes asegurarte de que están hechos con materiales de calidad como cuero o sintéticos duraderos, lo que proveerá de una buena ventilación y transpiración. Si vas a realizar una actividad concreta, como algún tipo de deporte específico, te recomendamos que uses calzado especialmente fabricado para ello.

Adquiriendo calzado de buena calidad también estarás aumentando su durabilidad. En los tiempos que corren estamos acostumbrados/as a que todo sea de usar y tirar. Sin embargo, invertir en unos buenos zapatos puede hacer que nos duren muchos años. Más si le ofrecemos buenos cuidados. Para prevenir el desgaste de los zapatos te recomendamos, entre otras cosas: no usar el mismo calzado todos los días, con el objetivo de dejar que se airee y se seque del sudor que genera nuestros pies; guardarlo en un lugar adecuado, fresco y seco, en donde no haya humedad; y limpiarlos frecuentemente. Además, te sugerimos comprar material especializado. En Pérez Burgos e Hijos, expertos en tapicerías y todo lo relacionado con la piel, recomiendan el uso de cremas para cuidar el zapato y conservar el brillo tanto en cuero como en otros materiales sintéticos. Si es necesario, puedes acudir a un experto zapatero para que realice las reparaciones pertinentes.

Estas son solo algunas recomendaciones que ayudarán a cuidar de tus zapatos y también de la salud de tus pies. No obstante, cada tipo de calzado requiere de unos cuidados específicos. Comprando zapatos de calidad estarás ahorrando dinero, al aumentar su durabilidad y, además, contribuirás a preservar el planeta al no generar recursos de forma indebida. ¡Gracias!

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