A nadie le sorprenderá que digamos que el confinamiento nos ha pasado factura a todos y cada uno de nosotros. Primero porque nos ha afectado en lo económico, ya que han sido millones de personas las que han perdido su empleo y, por ende, parte de su dinero durante la pandemia. También nos ha afectado en materia psicológica porque ha pesado mucho no poder ver a parte de nuestra familia y a nuestros amigos durante una situación así. Pero lo peor de todo ha sido saber que estuvimos encerrados durante varios meses sin poder disfrutar, siquiera, de un buen paseo.