19 mayo, 2019
El mundo está cambiando a pasos agigantados. La crisis nos está removiendo las conciencias como nunca antes lo había hecho ningún otro suceso así. Vemos a familias sin recursos salir por televisión pidiendo ayuda para poder dar de comer a sus hijos, se forma una revolución entre la sociedad para que no se cierren los comedores escolares durante el verano y los niños puedan comer de manera saludable, no queremos consentir que haya gente buscando en los contenedores de basuras y cada vez somos más solidarios. Allí donde el Gobierno no llega o donde no quiere llegar, siempre hay alguien para tender una mano, para hacer comida para los que menos tienen, para donar la ropa que ya no usa o que simplemente no necesita, o alguien que nos preste los libros de texto para que los niños puedan ir a clase sin que les falte el material.
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