“Nuestro principal objetivo es minimizar los impuestos aplicando la normativa existente, estudiando las opciones fiscales y tributarias más interesantes para su negocio”, explican desde Matías Carrillo, gabinete de asesoría fiscal de Alicante. Debido a la constante remodelación del corpus impositivo español y a su cada vez mayor porcentaje de influencia en el balance financiero de la empresa -acuciado más si cabe por el contexto de recesión económica que experimenta el país desde hace ya más de un lustro-, el recurso a un asesor fiscal ha pasado a ser una herramienta imprescindible en la gestión de una compañía, independientemente de su volumen de facturación o de su número de trabajadores.
Comprobando la temperatura política e impositiva del país, se puede apreciar que, durante el primer año y medio del mandato de Mariano Rajoy -y en contradicción con el programa político que el Partido Popular había planteado en el transcurso del proceso electoral-, el Gobierno de España ha llevado a cabo hasta una treintena de subidas de impuestos. Desglosadas, se trata de cinco revisiones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuatro del impuesto de Sociedades (IS), dos del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), dos del Impuesto de Bienes Muebles y la renovación del Impuesto de Patrimonio cuando, por el contrario, había asegurado su supresión. Además, en esta primera fase de su legislatura, el Gobierno configuró doce nuevas figuras tributarias, ocho de ellas en el sector eléctrico y un gravamen del veinte por ciento para los premios obtenidos en los juegos de azar, para los depósitos bancarios, los hidrocarburos y el medioambiente. Todas ellas se han mantenido durante 2014 y se espera que perduren también en 2015.
Para contrarrestar el descomunal peso de esta carga, explica este grupo contable de Alicante, el asesoramiento fiscal y tributario permanente no solo permite contar con una segunda opinión profesional en materia de finanzas, sino que puede ofrecer un servicio efectivo en el estudio de las opciones fiscales más adecuadas para la coyuntura presente de la entidad contratante o el aplazamiento del pago de impuestos de acuerdo a sus necesidades internas, así como proporcionar una ayuda inestimable de cara a la confección y presentación de declaraciones fiscales, de IRPF, IVA, por módulos, de estimación directa, del impuesto de sociedades, de los pagos a cuenta o de las declaraciones informativas. Asimismo, el gabinete de asesoramiento se erige en representante autorizado de la empresa ante la Agencia Tributaria respecto de asuntos tan peliagudos y farragosos como las inspecciones fiscales, las comprobaciones limitadas, la gestión tributaria, la recaudación, los censos, los requerimientos y las discrepancias entre empresa y administración. De ahí que, en este último caso, también propongan una línea de acción para afrontar, elaborar y presentar recursos y reclamaciones económicas y administrativas en situaciones de desacuerdo con el Estado.
De la misma manera, un sólido apoyo contable garantiza para la empresa el control milimetrado de sus finanzas en unos tiempos que exigen un esfuerzo extraordinario en el correcto asentamiento de las cuentas. Un asesor contable de confianza tiene como cometido principal el análisis de las cuentas de la empresa con el objetivo de reducir al máximo los gastos e impuestos siempre de acuerdo con la flexibilidad que permite marco legislativo vigente. Así pues, a través de la elaboración de informes contables mensuales, el asesor contable mantiene al cliente al corriente de la situación financiera de su negocio, desmenuzando la información pertinente en lo que respecta a datos impositivos como el IVA, el IRPF, los pagos fraccionados o el Impuesto de Sociedades. A partir de estas variables, el empresario, con el debido asesoramiento técnico, podrá configurar por anticipado un plan de futuro para la empresa y estimar los valores de rentabilidad, viabilidad y beneficios.
Por tanto, en esta área concreto, la labor del asesor fiscal y contable se orienta a la elaboración de la contabilidad oficial con periodicidad mensual, la emisión de informes contables periódicos que incluyen la cuenta de resultados y los balances, analizados además con el cliente; la legalización en el Registro Mercantil de libros contables oficiales, la elaboración y depósito de las cuentas anuales en el Registro Mercantil, la constitución de sociedades mercantiles, la modificación de estatutos sociales y la elaboración de los pertinentes informes económicos para la Administración de Justicia.